¿ Alguna vez te has preguntado…
¿Qué es la Voluntad? ¿Cómo determina la Voluntad nuestra Representación del mundo? ¿Seguro que es la nuestra? ¿Y si no de quién?
¿De dónde nace tu Voluntad? ¿Es innata? ¿Viene de tu educación? ¿De tu contexto? ¿De la sociedad? ¿La desarrollas por tu cuenta? ¿Cómo?
¿Es tu Voluntad libre o está condicionada? ¿Por qué? ¿Por quién?
¿Qué relación hay entre Voluntad, Consciencia e Inteligencia?
¿Te has parado a pensar que v ivimos en un contexto en que la Voluntad de unos pocos está cambiando la forma que el resto vemos el mundo?
Unos pocos que no han sido elegidos por la ciudadanía para transformar sus sociedades, ni revolucionarios guiados por su idealismo, ni aventureros que lo hacen por la fuerza, ni sesudos pensadores cuyas profundas reflexiones sirvan de guía… Todo eso era antes.
Hoy día la sociedad la están transformado personas que han sido elegidos por sus inversores. Personas que tienen que Ganar Más Dinero.
Hemos visto cómo ha cambiado la forma en que compramos y vendemos, la forma en que comemos, la forma en que invertimos, la forma en que nos curamos, la forma en que conducimos, la forma en que nos relacionamos, la forma en que encontramos pareja, la forma en que escuchamos música… ¿Cómo sería nuestro mundo sin la Voluntad de Gates, Jobs, Bezos, Musk, Kalanick, Zuckerberg, Altman…?
Sin ellos y sin su Voluntad.
¿Y entonces qué pasa con la tuya?
¿Cómo hablamos de la Voluntad?
Parece que no, pero la palabra Voluntad está muy presente en nuestro vocabulario. Hablamos de tener «Fuerza de Voluntad»; hay cosas que pagamos «dando la Voluntad»; hablamos de «Voluntariado» y «Voluntarios» para referirnos a las cosas que hacen ciertas personas porque creen que son necesarias; incluso aquello que se hace a base de esfuerzo y sin medios lo calificamos como «Voluntarista».
– LTSF
La palabra Voluntad no es algo que usemos en nuestro vocabulario habitual. Etimológicamente, Voluntad viene del latín “volo”, querer. Lo que queremos siempre tiene un contexto, es maleable y manipulable. También decimos más “te quiero” (de volo/velle), que “te amo” (de amo/amare).
Uno de los mensajes clave de Alisteir Crowley, el famoso satanista, decía “Thou hast no right but do your will”. Lo que se opone directamente a una frase del Padre Nuestro, “Hágase Tu Voluntad, así en la tierra como en el cielo”, en la que tiene primacía, lo que debe hacerse, es la Voluntad de Dios.
Hay una obra de teatro de Pablo Messiez, ganadora de un Premio Max, “La Voluntad de Creer”, que toma su título del juicio a Juana de Arco. Cuando le preguntan durante el juicio que cómo sabía que la voz que escuchaba era la del Ángel San Miguel, la Doncella de Orleans contesta “porque tuve la Voluntad de creerlo”. Podemos entender la Fe como la Voluntad de creer.
También podemos pensar que hay una Voluntad Delegada, cuando traspasamos a otros nuestra Voluntad para que hagan algo. ¿Es porque nos aburre? ¿O hay una voluntad delegada como el que delega una responsabilidad?
¿Podemos entrever ahí una Voluntad como sinónimo de Responsabilidad?
Parece que cuando hablamos de “fuerza de Voluntad” siempre se hace para expresar su carencia, en términos negativos. También con que existe una Voluntad conseguir un objetivo, y hacer lo que sea necesario para lograrlo, aunque sea engañar.
Hay más ejemplos de uso cotidiano de la palabra “Voluntad”. Por ejemplo, cuando hablamos de la última Voluntad y testamento; o dar a alguien como pago “la Voluntad”. ¿Qué se debe? La Voluntad. Lo que quieras.
En las escrituras, Lucas 2:14 el ángel que se aparece a los Pastores les dice “Paz a los hombres de buena Voluntad”.
Otras de las palabras que derivan de Voluntad es “Voluntariado”. Hay una reflexión de Victoria Kent que decía que el voluntariado es necesario para mantener la cohesión de la sociedad. De hecho el Voluntariado es una clase en sí misma, se conoce como “El tercer sector”, el primero es el sector público y el segundo el privado. De ahí podemos ver al Voluntario entendido como el activista del Voluntariado, que hace una labor no remunerada porque quiere que esa labor se haga. Porque hay una recompensa personal. Relacionado con eso mismo está la Objeción de Conciencia, cuando haces un trabajo de Voluntariado a cambio de ejercer tu Voluntad de elegir no hacer la mili. En el ejército se dice que si hay un Voluntario, dé un paso al frente.
Otra expresión es el “Voluntarismo”. Alguien para el que lo más importante es que la realidad cambie y antepone ese cambio sobre todo lo demás para que ocurra. Aunque también hay una forma de entender el Voluntarismo como hacer algo sin los medios necesarios para hacerlo, simplemente por pura “Fuerza de Voluntad”, un enfrentamiento contra la dificultad porque es importante lograr el objetivo.
Podríamos definir Voluntarismo como una Voluntad sin Capacidad, o al menos, sin medios. Parece que el Profesionalismo es lo contrario del Voluntarismo. También podríamos decir que el Voluntarismo está vinculado al amateurismo.
¿Qué es la Voluntad?
Asociamos la Voluntad con un propósito de transformar la realidad que nace de nuestro deseo o necesidad. Como cualquier deseo, puede ser causa de ansiedad o sufrimiento. Por eso mismo, la falta de deseo, de necesidad o de esperanza puede hacer que no tengamos Voluntad.
– LTSF
La palabra Voluntad está en el título de “El triunfo de la Voluntad”, el documental de Leni Riefenstahl, y ahí se estaba hablando de una Voluntad muy concreta, transmitida de una forma muy concreta, expresada como determinación. ¿Cómo es la voluntad que ahí se muestra? ¿Puede ser “pura” o “impura”? Hoy en día prácticamente no se usa la palabra “Voluntad”, quizá habría que buscar una definición en la que veamos “Voluntad” como un término “limpio”.
¿De dónde sale la Voluntad? ¿Se puede coger y transformar?
¿Hay unos mínimos para tener Voluntad? Llevándolo a la idea de la jerarquía de Maslow. ¿Hay que ser libre para tener Voluntad? Desde luego si no se es libre está la Voluntad de querer ser libre.
¿La Voluntad siempre tiene un propósito transformador? Podemos entender la Voluntad como el deseo de cambiar algo.
Hay un encadenamiento entre la Voluntad, el deseo de cambiar, el querer cambiar, y el hacerlo. La Voluntad tiene una componente de planificar la consecución de un objetivo, y por tanto, de buscar los medios para lograrlo. Es interesante la relación entre Voluntad y querer. En ese sentido, la Voluntad es un motor, que te lleva al hacer. Haces cosas que materializan y concentran tu Voluntad.
Igual que podemos hablar de si la Voluntad nace del deseo, también podemos pensar que nace de la necesidad. Y eso nos invita a pensar que al igual que alguien puede ser esclavo de su deseo, en cierta medida, también puede serlo de su Voluntad.
La Voluntad es un motor que nos permite transformar el entorno, en un plano distinto al que lo puede hacer el Deseo o el Anhelo. La Voluntad está vinculada a una forma, una manera de conseguirla, y usamos la expresión “Fuerza de Voluntad” precisamente para expresar la tenacidad para conseguir un objetivo transformador.
Manuel Machado tiene un poema en el que ensalza la libertad de no tener Voluntad.
“Mi voluntad se ha muerto una noche de luna
en que era muy hermoso no pensar ni querer…
Mi ideal es tenderme, sin ilusión ninguna…
De cuando en cuando, un beso y un nombre de mujer.”
(Adelfos, Manuel Machado)
Esa línea de libertad para querer o no querer es uno de los titulares de una entrevista a Murakami con motivo del Premio Princesa de Asturias de las Letras, que decía “Yo sólo escribo lo que me da la gana”, en un mundo y sector donde quizá no todos puedan.
Siguiendo la mención inicial al trabajo de Schopenhauer, su visión está muy influida por la filosofía oriental, en particular por el budismo. Ellos hablan de las Cuatro Nobles Verdades: la verdad del sufrimiento, la verdad del deseo como origen del sufrimiento, la verdad de la extinción del deseo y la verdad de la extinción del sufrimiento. Al vincularlo con el sufrimiento, traslada una connotación negativa de la Voluntad y el deseo. Lo que acaba con la Voluntad es que la existencia no tenga sentido.
En “La Naranja Mecánica” leemos esa transición de personas que únicamente viven el presente, de manera casi animal. Cuando les aplican la “técnica de Ludovico”, anulan su Voluntad, y los personajes acaban completamente condicionados y amaestrados.
Asociamos la Voluntad a la “cultura del esfuerzo”, en cuestiones como cultivar el cuerpo, también a estudiar y adquirir nuevos conocimientos, a crecer profesionalmente… Es interesante esa asociación entre Voluntad y Esfuerzo, que parece que van juntas. Y lo opuesto, la falta de Voluntad se asocia a la Pereza, o incluso al aburrimiento, que estudia Josefa Ros Velasco.
El marco temporal donde ocurre la Voluntad
La Voluntad ocurre en el presente, con la intención de promover un cambio que sucederá (o no) en el futuro.
– LTSF
La Voluntad también se materializa en sus resultados, puede ser “ejemplo” y “reputación”. El cambio sin embargo se hace en el “ahora” y afecta en el “futuro”. Y sin embargo, para Heráclito el cambio es lo que está permanentemente ocurriendo, no hay pasado ni futuro. En relación con el tiempo, la Voluntad ocurre en el ahora.
Es interesante pensar que la Voluntad ocurre ahora y su resultado o efecto estará en el futuro, por tanrto, podrá o no ocurrir lo que nos habíamos propuesto. Eso puede generar ansiedad. Todo tiene que ver con las teorías de la presencia, tu mente tiene que vivir en cada momento, aunque tomes decisiones pensando en el futuro, lo único que existe es el presente.
Sólo hay ahora pero también va a haber un después, que depende en cierta medida de lo que hacemos ahora. En el biopic sobre Lincoln, hay una escena en la que decía algo así como que “hay que seguir la idea de dónde queremos ir”.
Lo que pasa es que luego hay todo tipo de ideas, en esta Tertulia hemos hablado sobre las visiones transhumanistas de la mente colmena, y de cómo hay empresarios y emprendedores que hoy en día están trabajando en esa idea. Eso es una Voluntad de intervenir en el futuro.
La responsabilidad sobre el futuro se resuelve de manera última con las religiones, que te anticipan lo que va a ser de ti una vez que mueras. Chesterton decía que “cuando uno deja de creer en Dios, puede creer en cualquier cosa”.
A la hora de pensar en el futuro que dejamos a las siguientes generaciones, es fundamental la idea de la esperanza. Cuando no hay esperanza, entonces tampoco hay Voluntad para el cambio o la mejor.
Es esa lectura del “vive el ahora”, porque todo lo que viene será peor. También es verdad que las personas se enganchan a las lecturas o a las series de contenido distópico porque genera interés, curiosidad, morbo. Es un ciclo que se retroalimenta.
El mundo como Voluntad
El mundo es la representación que de él hacemos, y esa representación nace de la Voluntad. No necesariamente de la nuestra. Puede que nuestra representación y entendimiento del mundo responda a la Voluntad de otro que se haya impuesto sobre la nuestra.
– LTSF
¿Las cosas son como son, o son como las interpretamos? Es la gran pregunta sobre qué es la realidad. Los hechos son hechos, y sobre ellos se construyen explicaciones o interpretaciones. A eso luego lo llamamos “la verdad”, y para un mismo hecho existen varias. Lo estamos viendo en el conflicto en la Franja de Gaza.
En un contexto bélico como el del otoño de 2023, las partes involucradas en diferentes conflictos tienen Voluntad de trasladar una visión del mundo; que no se sepa lo que ha pasado sino su interpretación de lo que ha pasado. Voluntad de generar ruido y desinformación, lo contrario de la transparencia.
Pero en otras épocas, eran los Gobiernos o las Religiones las que imponían una visión del mundo, según su Voluntad. La Voluntad de Dios es un concepto muy interesante. ¿Quién la conoce y cómo la transmite? A finales del XIX y principios del siglo XX hubo una controversia en la que participó Valle Inclán en torno al movimiento espiritista, y a cómo se estaba trasladando el mensaje de los espíritus, lo que querían los espíritus. ¿La Voluntad del espíritu es la del médium, la del que mueve la Ouija?
Ahí entramos en el terreno de las creencias. Creemos aquello que queremos creer, por el motivo que sea, porque nos reconforta, por ejemplo, y el papel del intermediario es precisamente conectarnos con eso que queremos creer.
Hay un nicho de población que puede ejercer su Voluntad y responder por ella. Y también hay Voluntades que se toman y se usan. Por ejemplo, el antisemitismo. Usamos la Voluntad de otros para influirles.
En “Los renglones torcidos de Dios” se habla sobre cómo se percibe la realidad, sobre si realmente conocemos el mundo en el que vivimos, o es una representación mental que nos hacemos, y cómo esa representación nos condiciona. En ese sentido, construimos una Voluntad sobre una representación propia. Está el mundo y está cómo lo vemos.
Movimientos como el Brexit surgen de la intención de hacer que el Reino Unido del futuro vuelva a ser el del pasado. Uno de los mitos sobre los que se construyó el relato del Brexit lo escribió Boris Johnson diciendo que Bruselas iba a vetar las patatas fritas con sabor a marisco. Siempre hemos pensado que el pasado era “el ayer”, y ahora empezamos a pensar que el futuro tiene que parecerse al pasado.
También vemos estos movimientos que se imponen en el mundo digital. Por ejemplo, Meta haya metido canales en Whatsapp, la herramienta que usas para comunicarte con tus contactos. Es algo que no puede elegir no ver, puedes elegir suscribirte a un canal o no, pero no puedes elegir no tener canales. Así que ahora puedes leer las difusiones de Bad Bunny o de Cabronazi en una herramienta que pensabas que era para hablar con tus amigos.
Hay pactos entre cliente, proveedor y terceros que están ocultos, ocurren sin que tú lo sepas o seas consciente. Es lo mismo que pasa con las cookies, cada vez es más enrevesado entender para qué se usan o quién las usa. Es una especie de negociación basada en la cesión: ver hasta dónde estás dispuesto a perder, por ejemplo, de tu privacidad, y a cambio de qué.
La Voluntad Transforma la Sociedad
El Contrato Social define la figura de la Voluntad General para referirse a una Voluntad que trasciende al individuo, y se convierte en la del colectivo. La sociedad tiene una Voluntad que alguien administra, por lo general eran los representantes de un Gobierno o de una Religión. Hoy día, también la administran los representantes de las empresas.
– LTSF
La historia nos demuestra que hay Voluntades que importan (porque se tienen en cuenta o se imponen) y otras que no. Asociar una etiqueta de «importancia» a las Voluntades nos hace pensar si una Voluntad tiene “tamaño”, y entonces si hay Voluntades más grandes que otras. Si las Voluntades tienen “tamaño” entonces también tienen “peso”. ¿Qué hace que una Voluntad pese más que otras?
Eso nos lleva a pensar en la idea de la Voluntad y la Soberanía. No había un término que representase la capacidad de un colectivo para decidir o gobernar, y se usó la palabra “soberanía”, como en “el pueblo soberano”.
La necesidad de cambiar hace que exista una Voluntad. Ahora, también ocurre que la Voluntad de un individuo se convierte en la Voluntad de un pueblo.
¿Qué impacto tiene mi Voluntad en la del resto? Hemos comentado la película del Triunfo de la Voluntad. Cómo han influido en el mundo las Voluntades de Hitler o de Stalin. Y al mismo tiempo, cómo esas personas reciben una Voluntad que “emana” de un colectivo como un partido político. Parece además que todo se decide en sitios secretos en los que nunca estamos.
También hay una voluntad que podríamos decir “bastarda”, cuando usurpamos las voluntades ajenas y las hacemos nuestras, o las sometemos por ejemplo al mercantilismo.
¿Por qué obviar la libertad a la hora de la Voluntad? En nuestra sociedad hemos convertido la atención en un bien escaso, el hecho de saberlo, de tener tantos sitios en los que fijar nuestra atención, hace que se active nuestra Voluntad a la hora de elegir donde poner el foco. Aunque al mismo tiempo hay terceros intentando activar ellos, atraer, nuestra Voluntad.
Así que se puede transigir, y aceptar la Voluntad de otro, o directamente, se puede manipular o ser manipulado. Está el ejemplo de cómo Steve Jobs presionó al equipo para conseguir presentar el iPhone y que pareciera que funcionaba. Que encontrase una solución que resolviera un problema, que era la materialización de su Voluntad.
Hobbes decía que había 2 Voluntades: la de subsistencia, que la tiene el ser humano como ser vivo; y la de la compasión, que es pensar en la subsistencia del otro. El Estado surge como regulador de las Voluntades de la gente, porque cada persona querrá su propio beneficio, pero el Estado determina lo que les conviene. Sobre todo la forma en la que deben manejar su dinero.
La visión racionalista del Estado es el Contrato Social que promovía Rousseau, cuando define la Voluntad general como la suma de las voluntades del pueblo, que es más que la suma de las voluntades individuales. El Contrato Social como tal no sigue vigente. Se adapta y se redefine constantemente. En el Contrato Social se define la Voluntad general, y además a todo el mundo se le asigna un rol. En el Contrato Social además había una expectativa de que las personas se desarrollasen dentro de él. Se va redefiniendo por oleadas según vienen nuevas formas de progreso. Por ejemplo en la UE todos los estados ceden cierta soberanía, y eso parece que hoy en día se está rompiendo, con los movimientos soberanistas y el “sálvese el que pueda”.
Podemos decir que hay tres grupos: los que cumplen una Voluntad ajena; los que deciden la Voluntad de otros; y los que prescriben a los decisores. Podría haber un cuarto grupo, el de los que articulan cómo se hace esa Voluntad. Hay un ensayo “1000 Mesetas” que pasó en cierta medida desapercibido, no fue un gran éxito, puede que lo leyeran pocas personas, pero esas pocas personas que lo leyeron tuvieron mucha influencia. Aunque no es libro con gran difusión, se considera un texto relevante del post-estructuralismo y la posmodernidad.
Voluntad y Cultura
La Voluntad General es una manifestación de una cultura, y por tanto, de un contexto temporal y social determinado, de una historia, unos valores y unas creencias. Evoluciona y se adapta con el paso del tiempo.
– LTSF
Las redes sociales construyen cámaras de eco, sus algoritmos enseñan a la gente lo que quiere ver, o lo que otros quieren que vean, y así se polarizan las opiniones. Crear una opinión es una forma de imponer una Voluntad. Lo hemos visto en los diferentes escándalos de Cambridge Analytica, está documentado el cambio de opinión para que triunfen opciones políticas. Cambiar la opinión de una persona conlleva un cambio de su realidad, porque la ve de otra manera, y un cambio de la sociedad cuando aplica a muchas personas. Hay una alternativa a elegir moderar contenidos con personas o con máquinas, y es hacerlo con ambas. Es la idea del “centauro”, personas ampliadas por la tecnología.
Hay también una cuestión geográfica en torno a la Voluntad, ¿es igual en todas las culturas y en todos los tiempos? En nuestra sociedad occidental por ejemplo pensamos que las sociedades orientales son más dóciles, o al menos, que están más alineadas con el bien común o el propósito general.
En España tenemos una cultura del “pícaro”, del “perdedor”. Del que sale con la suya con el mínimo esfuerzo. Hay un libro, “Monjes y monasterios españoles en la Edad Media”, de Juan G. Atienza, en el que explica que en la España musulmana, los monjes tenían que cumplir los designios de los superiores de sus Órdenes, y entonces entraban a predicar en las sinagogas o las mezquitas. A través de la provocación y de la jerarquía, se intentaba promover un cambio cultural.
¿Dónde nace la Voluntad de hacer el bien? En todo caso de los valores universales de qué es el bien para mí y para cualquier otro. Todo el propósito de la sociedad es anular la Voluntad individual y poner por encima del individuo al colectivo.
La Voluntad Individual
La Voluntad Individual nace del reconocimiento de que el individuo es capaz de desear, definir y realizar su propio destino a partir de su sentido. Esto también es un hecho cultural.
– LTSF
Como miembros de la sociedad, ¿vivimos dentro de una Voluntad? Parece que coexisten varias, la nuestra y la del grupo social. En el monomito, el Héroe cumple una Voluntad que está determinada por su destino, que le han prescrito los dioses. El ejemplo de Aquiles por ejemplo, que va a la Guerra de Troya porque así lo ha dispuesto Tetis, su madre..
«el hado ha dispuesto que mi vida acabe de una de estas dos maneras: Si me quedo á combatir en torno de la ciudad troyana, no volveré á la patria, pero mi gloria será inmortal; si regreso, perderé la ínclita fama, pero mi vida será larga, pues la muerte no me sorprenderá tan pronto.” (Homero, La Iliada 307-430)
En la modernidad, el destino deja de estar definido por los dioses, mi Voluntad es hacer mi destino. El destino no está en el presente, está en el futuro, como decíamos. En mí futuro.
Por eso el Individualismo viene muy a cuento. El Contrato Social intenta implicar al pueblo en la soberanía, pero estamos en un momento de ruptura. Intentamos tener visiones y objetivos comunes, pero al mismo tiempo, queremos desarrollar el individualismo como persona, y eso lleva al individualismo de las naciones en su búsqueda de la riqueza, la estabilidad, etc. Realmente en la historia llevamos poco tiempo en el que existe la Voluntad individual, siempre ha existido una Voluntad impuesta al resto. Decimos que en la tradición occidental se ha desarrollado la idea de la Voluntad individual, pero este ejemplo es lo contrario, se parece más a la idea oriental de que la Voluntad del individuo se supedita al del grupo.
Una de las reflexiones de leer “El hombre en busca del sentido” de Viktor Frankl, es que del sentido surge la Voluntad, y no al revés. Es la Voluntad la que confluye en materializar el sentido. Encontrar un sentido es encontrar un propósito, y la consecución de ese propósito es la tarea de la Voluntad. Visto así, buscar el sentido es la clave. El sentido cambia con el tiempo, no sólo en las culturas, también en las personas. Las culturas afectan a cómo desarrollamos la Voluntad. La cultura afecta a cómo fijas tu intención en algo, y cómo puedes hacer que esa intención se materialice.
La Voluntad tiene algo de expectativa, y por tanto cierta capacidad de cumplirse o de no cumplirse. La expectativa, la esperanza, se puede frustrar. Efectivamente, la expectativa puede ser muy alta o estar en general alejada de las realidades que uno puede tener o lograr. Eso no impide que se desarrolle la Voluntad individual, lo que determinará es si se puede llevar a cabo o no.
Cómo se entiende la Voluntad en cada cultura es diferente, y eso determina además quiénes están dentro o fuera del marco. En Europa por ejemplo ahora el que parece expulsado de la sociedad es precisamente el que piensa en el bien común y no en su propio interés.
También tenemos la mítica frase de Yoda, que tiene que ver con la Voluntad, “Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes”. Cuando en realidad, intentar no es lo contrario de hacer, intentar es un verbo activo, es hacer.
Consentimiento y Consciencia
Desarrollar una Voluntad en libertad requiere de consciencia y consentimiento.
– LTSF
En tecnología se habla de los dark patterns en interacción online, por ejemplo, que hacen que las personas tomen decisiones en su contra o en contra de sus intereses. ¿Cómo afecta eso a la Voluntad de las personas si no son conscientes de lo que aceptan?
En la RAE se vincula “Voluntad” con el consentimiento, pero no con la consciencia. ¿Es la consciencia anterior a la Voluntad? Puede serlo, o no. Hay un concepto que es el de la Voluntad jurídica. Jurídicamente tiene una gran relevancia en el consentimiento del contrato la existencia de Voluntad de las partes. Si no existiese Voluntad, eso conllevaría la falta de consentimiento, y consecuentemente, es causa de nulidad en el contrato. Es una forma de entender lo que alguien conscientemente firma, o quiere firmar, o cree que está firmando, frente a la realidad. Se usa por ejemplo en la compra de viviendas con los “vicios ocultos”. Uno compra una casa pensando que está en un estado.
Esto se usó en la defensa de los afectados por las tristemente famosas “preferentes”. Ser consciente o no de lo que se está haciendo.
Muchas gracias a David, Fernando, Virginia, Julia, Blanca, José Carlos, Pedro, Juan y José Ramón por venir a compartir.
En Madrid, a 19 de octubre de 2023.
La imagen de la Voluntad es de José Antonio Gallego en Unsplash.